martes, 29 de marzo de 2011

Et Cetera...



Día 2:


No, me niego. Me niego a ser así, como tú. Pero también me niego a continuar de esta forma. Necesito cambios; pero cambios que no me lleguen a contaminar. Quiero presencias nuevas, nuevas vidas, nuevas historias; pero no quiero vidas vacías, cabezas con solo aire y un corazón de hiedra. Eso sería perder el tiempo (y mi cordura).
Y he buscado, pero en sitios equivocados, por lo que se vé.
Por la mañana, la mayor preocupación de estos seres vivos ya mayores de edad es tener horas libres para poder jugar a las cartas o contarse sus mayores hazañas, que suelen ocurrir los sábados por la noche y consiste en una historia épica en la que el héroe es el que lleva más alcohol en el estómago.
Por la tarde, son tardes vacías sin nada que hacer; excepto unas pocas para que no se me olvide como hablar.
Y, por la noche, la contaminación es extrema. Las historias épicas ocurren en cada esquina y, los que no, les ronda una misma idea: Beber más.


Hay excepciones, por supuesto, pero ¿realmente merece la pena contaminarse para llegar a esas excepciones?

jueves, 24 de marzo de 2011

Liar.

Día 1:


Y aquí me encuentro de nuevo, sentada en una esquina de mi habitación. Es de noche y las luces de mi cuarto están apagadas, pues aunque no tenga sueño, es tarde; así que habrá que fingir que duermo. 
Poco se puede ver con la luz que entra de la calle. Aún así, la mirada de mi gata, a espaldas de la ventana, se puede distinguir con claridad. Esos ojos grandes y amarillos parecen tener luz propia. Está quieta, sentada encima de mi escritorio mientras me observa con curiosidad, pero no se va a mover de ahí por ahora.
El suelo esta helado, pero no me importa. Las mantas de la cama tienen mejor pinta que esto, pero no me dejan dormir. Ni las mantas, ni el maldito viento que golpea las persianas...¿o serán mis propios pensamientos? Sí, quizás sea eso... No, para nada. Yo tengo la conciencia bien tranquila, tan solo han sido unos meses asfixiantes; pero la cosa parece recuperarse, sí, tiene que recuperarse...


Se ha bajado del escritorio y viene hacia mí con su característica forma de andar: con pereza, pero elegante. ¡Lo que daría por ser un gato!





sábado, 19 de marzo de 2011

¿Te has tomado ya la medicación, muchacha?

Si es que no teneis remedio, humanos. No teneis solución. Luego decís que sois unicos, que no hay nadie como cada uno de vosotros. Mentira, mentira y mas mentira. Sois todos iguales, solo os diferencian pequeños detalles chorras como los gustos gastronomicos o la musica; poco mas.. Pero en la forma de ser, todos calcados. Absolutamente iguales. Incluso algunos sois tan jodidamente crueles que hasta dais asco o, incluso, pena.
Sois desesperantes.

La minoria que os salis de este prototipo no se donde os meteis...¿teneis una guarida secreta o algo asi?

lunes, 14 de marzo de 2011

¿Pero a quién coño pretendo engañar?

Estas perdida. No intentes disimular con varias capas de maquillaje, tu sonrisa esta quebrada. Y tu mirada, también.

martes, 8 de marzo de 2011

Y es que ahora tengo complejo de Gato Risón.

Debo de reconocer que sienta muy bien esto de la liberación. Era ya demasiado tiempo como para seguir callada. No merecía la pena, y menos aún viendo los resultados.
El caso es que mantengo mi teoría de que hay algunas personas que nos
contaminan. Ya sea intencionadamente o no, simplemente su presencia en nuestras vidas, y más aún si son personas en las que solemos confiar, provoca un efecto negativo sobre nosotros. Cuando, simplemente, las cosas van mal sin un motivo realmente aparente y no se consigue ni con todo el esfuerzo del mundo remontar, es hora de mandar a la mierda a aquella persona que nos hizo daño en una ocasión, pero, que por misterios de la vida, sigue a nuestro lado y, nosotros, seguimos confiando en determinado sujeto.
Y ha sido eliminarte de mi vida, incluido tu recuerdo, y no pasar ni un minuto en el que no sonría o me ría a carcajadas. En parte me alegro de que reventase tu pompa de mentiras y, por fin, yo pudiese desatarme de ti..¡al fin!
La vida vuelve a su anterior transcurso. A aquel que tenia antes de aparecer tú y destruir todo lo que tanto me había costado solidificar. Y no te puedes hacer ni una mínima idea de cuanto me alegro.

Por lo que a mi respecta, nunca te he conocido. Nunca he confiado en ti. Nunca he sentido algo por ti. Tan sólo eres vacío en mi recuerdo.
Ya no eres nada.


:)

viernes, 4 de marzo de 2011

Fracturado.

"Das pena."
Y así, todo queda descubierto.
Así, no queda nada más que añadir.
Ya no podías hundirme más aún en la mierda. Gracias.